4 comentarios

  1. Desde la época de las cartas en papel y las felicitaciones navideñas por correo, han pasado muchos años, si bien, recibir una de estas te llenaba de satisfacción y alegría. Ahora, vivimos en la inmediatez y si no contestas un mensaje al momento, te pueden decir que es ghosting, hemos perdido muchas cosas, entre ellas los valores y nuestro percepción de las cosas, es nostalgia, puede ser.

    ¡Saludos y gracias!

    1. Cierto es, Ric, que ha llovido mucho desde aquella época en la que lo normal era recibir las cartas en papel y en la que a veces esperábamos al cartero incluso con ansia. Quizá sea precisamente esta necesidad de inmediatez en la que vivimos ahora, lo que hace que (sin despreciar lo digital, ojo) sintamos cierta nostalgia positiva por aquellos momentos de rasgar el sobre con cuidado, escuchar crujir el papel y sentirlo entre los dedos al sacar la carta para leerla. De todos modos, si por atesorar aquellas cartas somos unos nostálgicos ¿Qué más da?

      Un abrazo y muchas gracias, como siempre, por pasarte por mi blog.

  2. ¡Cuánta razón tienes! Recibir una carta escrita a mano es algo mágico. Yo también guardo cartas, cuando era pequeña me hacía amigas en vacaciones y a lo largo del año siguiente nos escribíamos. Hace poco las rescaté y me encantaron leerlas. Yo retomo escribir a mano cada Navidad, enviamos felicitaciones a nuestros familiares y amigos. Pero volver a escribir cartas creo que sería una idea maravillosa ❤️💌.

    1. Me alegra comprobar que no soy la única que piensa así y atesora esas cartas escritas a mano y las relee con una sonrisa (quizá algo boba) de oreja a oreja. No es mala idea retomar, rescatar esa costumbre.

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