El color rosa: ¿una ilusión óptica?
Hoy me gustaría compartir una curiosidad que escuché en la radio hace unos días mientras le daba el dial para sintonizar una emisora a mi gusto, justo antes de emprender mi viaje matutino al trabajo y que, la verdad, me dejó sorprendida. Parece ser que se ha planteado la teoría de que el color rosa en realidad no existe. Esa tonalidad de los helados de fresa, del mundo de la muñeca Barbie o de la pantera que en dibujos animados amenizaba las tardes de nuestra infancia, según esa teoría no es más que una ilusión óptica. ¡Vaya sorpresa!
Según esa teoría, el color rosa no es más que una mezcla de los colores rojo y violeta que nuestro cerebro percibe como rosa. De alguna manera nuestra mente se convierte en artista y crea ese color mágico asociado con la suavidad y el romanticismo. En realidad parece ser que no hay ninguna longitud de onda de luz que sea especifica para el rosa, lo que explicaría por qué no aparece en el arco iris ni en ninguna otra fuente de luz visible.
Entonces ¿es el rosa una especie de animal mitológico, un unicornio de los colores que en ocasiones nos hace ver el mundo de una manera más bonita? ¡Quien lo diría!
Pero, siendo honesta, ¿realmente importa si el rosa es «real» o no? Aunque pueda ser una ilusión óptica, a mucha gente le encanta y con eso es suficiente. Puede que sea una ilusión, pero también lo es mi habilidad para recordar dónde puse las llaves del coche, por ejemplo. Así que ¿Qué más da si lo es? No hay duda de que el color rosa, sea real o imaginario, tiene un impacto real en nuestras vidas. Ya sea en el mundo de la moda, la decoración o simplemente en el disfrute real y aunque su existencia física sea cuestionable, el rosa es parte de nuestro mundo.
En conclusión, puede ser que el color rosa sea un enigma cromático y un juego de manos de nuestra percepción, pero su influencia es innegable. Así que, la próxima vez que te encuentres con algo rosa, una flor, una tarta o ese nuevo esmalte de uñas que tanto te gusta, recuerda que puede que técnicamente y en el sentido más estricto no exista, ¡pero esa teoría no le quita nada de su encanto!
De manera que, si te gusta ese color – no color, simplemente sigue mirando al mundo a través de cristales de color de rosa y disfrutalo.