De mi para mi, la carta que me habría gustado recibir de más joven
Dicen que es más o menos sobre los 30, lustro arriba, lustro abajo, cuando ya se supone que dejamos de ser jóvenes adultos para pasar a ser adultos a secas. Que en esa década ya la vida empieza a “ponerse seria” y nos deja de valer como excusa aquello de “era joven y necesitaba el dinero”. Yo personalmente a los 30 pensaba que tenía aún todo el tiempo del mundo por delante, tiempo para equivocarme y tiempo para empezar de nuevo si era necesario … y la verdad sea dicha, querido lector, al final en eso precisamente resulta que no estaba tan equivocada. Y hoy, no sé muy bien por qué, he decidido sentarme para escribirle una carta a mi yo de cuando cumplía 30 años, aquella Flossy que soplaba las velas de su tarta entre despreocupada e impresionada al verlas pro primera vez con el gran 3 delante, la que pensaba que en 10, 15 años quizás sería una mezcla entre ejecutiva de las que salen en las revistas que leemos en la pelu y guía espiritual zen con la vida más que resuelta. Spoiler: No fue así … y sinceramente, doy gracias por ello.
Querida Flossy, de los 30 años recién cumplidos,
Dirás ¿Quien es esta “friki” que dice escribirme del futuro? ¿Se habrá confundido? ¿Estará loca de atar? Pues no, no me he confundido, ni estoy “zumbada” y sin medicar (si, ya sé que la mayoría de los locos dicen no estarlo), simplemente soy tú dentro veintitantos años. No te escribo en plan película futurista para evitar que cometas un gran error o para que estés preparada para el gran apocalipsis zombie, no. Eso no te serviría de mucho, el mundo sigue estando medio loco y la vida en general medio rara en todos estos años, en cada uno a su manera. Eso siempre ha sido así desde que dejamos atrás la infancia y tampoco va a cambiar, al menos no en los próximos veintitantos años.
Así que, no te asustes, en el momento desde el que escribo, sigues siendo tú. Eso sí, con menos paciencia para tonterías (no me refiero a las “tonterías” de hacer el ganso, esas que divierten, que para esas sigues teniendo paciencia), más habilidad para detectar quien merece tu tiempo y quien no y alguna cana discreta más. A estas alturas no tendrás esa vida perfecta de película de sobremesa de los domingos que te imaginabas con la casa perfecta (antes de que te alarmes demasiado te diré que, aunque quizá no perfecta según los “estándares oficiales”, estamos muy felices en ella), ese trabajo soñado (que tampoco está tan mal en absoluto y además, te sorprendería saber con quien trabajas) o esa estabilidad que siempre parece tan sencilla y natural en la ficción pero que, la verdad sea dicha, imagino aburrida … estable si, pero aburrida.
Lo que realmente pasó fue un poco diferente a la ruta que nos habíamos trazado. Con más curvas de las previstas en el camino, con más cambios de rumbo y con un mucho de improvisación (aunque la improvisación tampoco es que sea algo que te pille de nuevas, se nos da muy bien, me consta). Pero ¿sabes qué? No pasa nada, porqué a cambio vas a tener algo mucho mejor. Llegarás adonde ni te imaginabas, vivirás momentos reales que llegan sin planearlo, en el camino te encontrarás con gente maravillosa que te quiere y con el tiempo incluso irás descubriendo nuestra capacidad oculta de mandar a paseo alguna que otra expectativa absurda e incluso a algún personaje que no te hace bien.
Si has llegado hasta aquí leyendo esta carta, querida Flossy que acabas de estrenar la década de los 30, dejame que te de unos pequeños consejos que me hubiera gustado haber recibido en lugar de aprenderlas a base de lecciones de vida.

Hay algo en particular que me gustaría pedirte desde ya. Procura ser uno poquito menos dura contigo misma, quierete mucho, relajate y no te tomes las cosas tan a pecho, viaja cuando puedas (cerca o lejos, da igual), lánzate a la aventura de vez en cuando, procura disfrutar y no te preocupes tanto si alguna vez no tienes todas las respuestas.
Aprende que decir “no” de vez en cuando no te convierte una egoísta. Todo lo contrario, es de los mejores auto cuidados que existen y llegarás a apreciar cuanto bien puede hacer un “no” a tiempo.
No intentes tener un millón de amigos, unos pocos contados, selectos y especiales son más que suficientes. Sobre todo, cuida de las amistades que sobreviven a los momentos de silencio, esas son las que de verdad cuentan. Y si aún así alguna de ellas no sobrevive (que también pasará) no estés más dolida de la cuenta, simplemente su tiempo en tu vida (o el tuyo en la de ellos) terminó. No todas las amistades son para siempre, algunas personas llegan a tu vida para quedarse y otras sólo están de paso.
Permítete equivocarte sin miedo. No pasa nada si nos equivocamos, en eso consisten la vida y los los aprendizajes, en “ensayo, error”.
Haz todo lo posible para que las arrugas que te tengan que salir con los años sean fruto de haber reído mucho y no de haber fruncido el ceño demasiado y si alguna cana se va asomando con timidez, piensa que tampoco es algo tan grave.
Lanzate a hacerte ese tatuaje que llevas tiempo rumiando, haz alguna locura cuando así lo sientas y no intentes convencerte que como “adulto responsable” no deberías de hacer tal o cual cosa. Te diré un secreto, Nadie tiene un manual de bolsillo de “cómo ser adulto”aunque muchos lo disimulen muy bien. Deja salir de vez en cuando y cuida mucho a tu niña interior, da igual la edad que tengas.
Y lo más importante. Nunca, pero nunca, nunca, olvides que tú vales mucho.
Si pudiera hacerte llegar esta carta, querida Flossy que acabas de cumplir los 30 años, te diría que no hace falta que corras tanto, que disfrutes también de las imperfecciones y que si de verdad quieres guardar todas esas facturas de cosas que ya se rompieron hace años, mejor ve guardándolos en algún archivador, porque a día de hoy aún sigo encontrándome alguna de ellas en los lugares más insospechados.

Hola, Flossy, sería genial poder recibir así una carta, nos ahorraría más de un disgusto y nos enseñaría, sobre todo, a vivir. Pero tú misma lo dices, la vida es ensayo y error, entonces algo así nos evitaría caer en ese error que, quizá, a veces, es necesario.
Un abrazo. 🤗
Me ha encantado este post, bueno, y todos los que has escrito, pero con este me has inspirado a escribir una carta pero para mí en el futuro, será interesante leerlo un día 👏👏 un abrazo 😘