4 comentarios

  1. Pues si, yo hablo con la tele por ejemplo, aparte de conmigo mismo. Hablar y a veces regañar a la tele es una opción que tomo para desahogarme. No es por entablar un monólogo sino porque lo que estoy viendo no me gusta y aprovecho para reprender a la fuente de mi disgusto, el televisor o más bien lo que está siendo emitido por este. Suele ocurrirme con los telediarios, siempre cargados de noticias tan agradables ¿verdad? Y también cuando una película lleva a un derrotero que no te convence en absoluto por lo inverosímil o frustrante que resulta.
    Por otro lado, hablar con uno mismo puede ayudar a analizar mejor ciertas cosas y tomar decisiones.
    Buen post.
    Enhorabuena, Flossy.

    1. Hola Marcos, un placer verte por aquí y muchísimas gracias por tu comentario (y el voto en bloguers). Veo que no soy sólo yo (aunque ya lo sospechaba) la única que habla con los objetos, la que regaña al televisor por no encontrar ningún programa a mi gusto o elogia cualquier otro electrodoméstico. Coincido totalmente contigo en que hablar con nosotros mismos nos puede ayudar a sintetizar mejor una determinada situación y llegar a la decisión que creemos que es la mejor.

      Muchas gracias, como siempre, por tu visita. Es verdaderamente un placer tenerte por aquí y, ahora que ya el trabajo de mover el blog ha terminado, también puedo dejarme caer con mas asiduidad por tu blog 🙂

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *